La causa principal del envejecimiento es la oxidación, un proceso generado por los radicales libres que dañan nuestras células día tras día. Según estudios, hasta un 2% del oxígeno que respiramos se transforma en “oxígeno malo”, iniciando un desgaste interno continuo. Si nuestro cuerpo no dispone de suficientes antioxidantes, ese oxígeno roba electrones de nuestras propias células, debilitándolas y acelerando el envejecimiento.
El hidrógeno molecular llega a lugares donde otros antioxidantes no alcanzan: neuronas, mitocondrias y núcleos celulares.
Sistemas diseñados con estándares de Japón y Corea, los países más avanzados en producción de agua hidrogenada.
Más energía. Mejor digestión. Menos fatiga. Hidratación más profunda. Todo gracias al hidrógeno activo y su capacidad de combatir radicales libres.
Niños, embarazadas, personas mayores y mascotas pueden beber agua hidrogenada sin problema.
Mejor no hervirla, ya que el hidrógeno se evapora. Para infusiones, caliéntala sin que llegue a hervir.